Hay muchos qué llamáis al padre, padre y al hijo, hijo.
Eso supone una propiedad.
La propiedad es identidad.
Y es estúpido, pues aquel qué llamas padre ayer fue tu hijo y aquel qué es tu hijo mañana lo llamaras hermano.
Hijo, padre, hermano o enemigo. No es real.
Sólo eres tu en yo mismo.
Eres hijo por qué yo soy tu.
Tu eres padre porque eres tu en mi.
Esa es la verdad.
Nunca rompas o poseas un corazón de ninguna manera pues dentro de el vas tu.
Ama sin consideración a espera.
Y ama porque no existe otra forma u otra manera.
Todo es luz y el amor es como se expresa.
No puedes encarcelar la luz. Se escapa entre los barrotes pero si pudiste atrapar al amor y ponerle nombres.
Qué infamia!
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen.
lunes, 5 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario