lunes, 29 de diciembre de 2008

Un instante más sin amor

Hay un nuevo orden.

Hay un nuevo mundo, un nuevo reino, una nueva existencia.

El mundo ha terminado.

Ha llegado el fin.

El fin del del mundo es su juicio final.

El fin del mundo supone el inicio de la existencia.

El fin del mundo se produce con el juicio final.

El juicio final es aquel que te lleva al fin de los juicios. Probablemente la metáfora es más hermosa que su expresión testimonial.

El mundo acaba cuando ya no caben mas juicios, más sentencias, más opiniones.

El mundo es siempre una opinión. Dos opiniones son dos mundos enfrentados. El mundo es la opinión y otra más y otra más. Así tantas como se puedan imaginar.

Todo esto es mente.

La mente es el proceso mental de la fragmentación de la existencia en mundos. En mundos que se resquebrajan por otros mundos y por otras opiniones.

Juicios con juicios.

Y el juicio de los juicios, la opinion de las opiniones es el juicio final. El juicio final del fin del mundo. Y, este juicio final sólo puede ser uno AMA.

AMA MAS ALLA DE AMAR. Pues solo el amor es el que llega hasta el final pues es el inicio de todo.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen

domingo, 28 de diciembre de 2008

La primera respuesta.

Vas por el mundo, muchas veces te sientes desnudo como un viento que corre por el páramo sin un rincón donde enredarse.

El mundo te es tan indiferente como lo es aquel qué se refleja en el espejo cuando por la mañana te levanta.

La vida no pasa, pero tu vas pasando.

Un día, más otro, y otro más.

Hace tiempo qué la tristeza está en ti.

Ya no puedes más.

Hay una gran mentira, pero aún así, abrigas dentro de ti una creencia. Una esperanza sin fin, pero tampoco sin inicio.

Hay algo qué no puedes detener...

Siempre has pensado qué la vida te debe algo pero nunca llega ese pago.

Creeme cuando te digo qué no puedes seguir así.

Creeme cuando te digo qué es imposible vivir si estas ausente de ti.

Qué por más qué buscas, no logras darle fin.

Quizás sea qué el problema nonesga fuera...??

Quizás sea qué el problema está en ti.

No debes renunciar al mundo, del mismo modo qué no puedes afirmarlo. Ese mundo no tiene nada qué ver contigo.

Realmente lo qué está pasando, lo qué hace qué todo sea un fracaso es qué primero tienes qué renunciar a ti, para luego cambiar aquello qué está pasando.

Un rico nunca entrara en el reino de los cielos, no por rico, sino por serlo.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen

sábado, 27 de diciembre de 2008

El Nirvana del estado de cesación en el reino de los cielos.

Hay un reino por descubrir.

Alli donde es necesario alcanzar el momento de ruptura.

Es el samadhi del nirvana.

Nirvana es la cesación de quien ama.

Si amas hay cesación.

Pero, no es la cesación del mundo, qué nunca existió. Si amas es la cesación de tu yo.

No puede haber un yo allí donde se ama.

El amor qué no se ama es el no_amor y su estado de cesación es el Nirvana.

El reino de los cielos, es el estado de conciencia en todo momento.

...no le busques sentido, no lo tiene


miguel mochales, maestro zen

Que pretendes traer.

Qué pretendes traer aquí!

No ves.

No entiendes.

Si hay algo qué debes saber es qué aquí no puedes meter nada de lo que fuiste.

Nada puede pasar sin que sea transformado y aún pretendes agarrarte a un pasado qué te ha dejado roto.

No lo puedes consentir.

Aquí todo es sagrado, porque nada muere.

Y nada muere cuando no hay pasado.

Ni te imaginas los que no han podido venir. Aquellos qué se han negado o no han podido seguir. A aquellos qué le pesa lo humano, los compromiso, los pactos, los deberes y obligaciones qué te han atado.

Ahora sólo puedes ser puro amor en un infinito espacio. Y, ese amor no admite un yo o un pasado.

No te estoy diciendo qué dejes todo, te digo que es ese todo el que te ha dejado sin ti. Quien te ha cautivado en una carcel chapada qué te han hecho creer qué era oro.

Mirate, puedes realmente pasar un instante mas sin la infinita libertad que te propongo?

Deja todo aquello que no puedes dejar y mira la montaña. Atardece y es necesario empezar a volar.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen.

Conociste al hombre y le ungiste con tu amor

Conociste al hombre qué no podía estar triste.

El te miro como quien descubre la verdad.

Y el hombre se convirtio en niño.

El niño olvidado.

Solo tu conociste en el hombre la sombra de lo desconocido.

Fui un poema continuo de ausencia.

Sentías el no yo de su presencia.

El sonreía, su alma sonreía como aquel qué vuelve de la tristeza de quien besa el viento con quimeras.

Ahora estas en ese universo donde se extiende la conciencia.

Es hermosa esa felicidad.

Ha sido tan luchada por el dolor del alma de quien sueña otra posibilidad. Otra forma de vivir, otra forma de amar.

Conociste al hombre y al hombre le hiciste temblar.

Meciste su alma como el aire en el estío mece el trigo, tan suavemente, como si estuviera dormido.

Este momento, en el qué te hablo, cuando no me has visto, el hombre qué te amo ha llegado a expandirase por el infinito del no amor qué tantas veces hemos soñado.

Me ungiste el corazón de quien tan triste se te había acercado.

Llegue hasta aquí, el resto tengo qué soñarlo.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen

El reino de lo aparente.

Has llegado.

Estas sin cargas.

Se te ve limpio de pasado.

Yo, no te diré nada.

Soy sólo silencio.

Soy el silencio necesario para que tu escuches donde nacen las palabras.

Has venido creyendo que te daría respuestas.

Esa era la última carga de tu condena.

Yo no te doy respuestas, te enseño los secretos.

No hay ni siquiera camino.

¿Como puedes ir de ti hasta ti?

Hasta ahora no eras tu.

Solamente eso.

Eras tu en otro tu, qué estaba en ti y creías ser otro yo.

No te das cuenta qué no te has movido de ti.

Allí donde ibas te creías lo qué los espejos te decian.

Eras el reflejo de ti y no te dabas cuenta.

Yo, nada te puedo decir.

En el reino de lo aparente te creías feliz hasta qué el reflejo se rompió y te dolía el corazón.

O llegaste a la indiferencia.

Eso ya paso.

No te pregunto, no te juzgó, no te sermoneo, solamente dime si estas desnudo y te enseñare el secreto.

Vamos a la montaña porque allí hay silencio.

El silencio es lo contrario a mundo aparente qué es la mente ausente.

Dejame enseñarte la puerta.

Mira, y mantente en silencio.

Con la primera palabra se cierra.

Allí primero donde están los verso de los sueños de poeta estas yendo.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen

Mas allá de las palabras

Te llevaré más allá de las palabras.

Hay una posibilidad no descubierta.

Un espacio donde no es necesario nada más que trabajo.

Trabajo del alma.

La espiritualidad no es un poema.

El poema es lo secundario del poeta.

El poeta es un estadio.

También está el idiota que sueña mundos distintos.

El maestro que consigue hacer más fácil lo mismo.

Hay una forma distinta de esperanza.

De hacer que sea cierta su estancia.

Sólo quiero que vengas desnudo, limpio, para que te llamen hijo de la mañana.

Yo te digo que hay algo más allá de las palabras.

Para llegar allí donde estas estallan formando círculos y marañas. Allí donde beben los poetas, allí donde el triste esconde su nostalgia, allí donde el poderoso llora en su miseria, allí donde el pobre encuentra la grandeza.

Hay un allí, que tiene un camino, una senda, que surge en ti y al cielo se eleva. Pero hasta ahora todos decian palabras. Y hablaban y hablaban pero no había nadie que supiera donde estaba la puerta.

Ven conmigo a la montaña, deja el valle de la tristeza. La opulencia se fue, entristecisteis la tierra.

Ven conmigo a la montaña.

Te enseñare la puerta.

Se abrirá la éternidad y tu su esencia será, la ausencia de la soledad.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maesto zen

Recorri los valles...

Recorri los valles de una Tierra fertil.

Era la época donde se hacían las cosas porque si.

La belleza era belleza.

Surgía de cada rincón de la Tierra.

No pedía nada.

Era infinita en su grandeza de aquellos que se abandonan a si.

Seguiste mirando al hombre.

Hiciste del hombre su único fin.

Olvidaste la tierra y manchaste el amor con un fin.

Con un fin, ensuciaste aquello que surge porque si.

Te hablo de la jaula al pájaro.

Te habló del abrazo negado al hijo.

Te hablo de la crueldad contigo. De dejarte a un lado.

Ahora todo tenía un fin.

Y, ese fin a donde te ha llevado.

Hay un profeta que se va a la montaña.

A esa montaña donde ninguna pretensión le llega.

Ese profeta que es poscrito de si, y esa montaña que no ha sido hollada por ti y tu miseria de ver en todo un fin.

Dejad allí que los niños sean niños y sed niños en si.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen

A aquellos qué mancharon el amor.

Yo he muerto.

Tire mi ego al desierto de la ignominia.

Yo he muerto para ser sólo el espacio donde habite el amor.

No puedo tocarlo, cogerlo o amarrarlo.

Me cortaría antes las manos, y tu, ruin pretencioso, lo has encarcelado.

Lo ensucias tan sólo con poner al lado tu nombre.

Mira a quien ha perdido todo, aún ese tiene más posibilidad de amar que tu con tus oropeles.

Me dijiste. -Amo, pero me guardo tesoros para mi. - Y fue así, como tu caricia se convirtio en posesión, y la mano se cerro en un puño.

Quisiste cogerlo y por ello, perdiste toda tu vida.

Todo lo que en ella valía.

Todo lo que era pasión o poesía.

Y llenaste un sacó de avaricia con la inmundicia que pudiste recoger en todos tus días.

Mira.

Mirame.

Estoy desnudo.

En la calle, donde todos caminan deprisa yo voy sin rumbo.

Para que permanecer.

Para que permanecer un segundo.

Antes que el frío invierno me vuelva cobarde me iré.

Te diría ven, pero, tendrías que ir desnudo sin todo tu oropel.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen

Ha muerto el hombre

Ha muerto el hombre.

Sólo el hombre.

Venid.

Mis manos se extienden comí ríos qué abrazan las fuentes de la vida, la sabiduría y el ser.

Ha muerto el hombre.

Mi primera palabra es fe.

Fe en el pobre.

Fe en el desplazado.

Fe en el qué perdió su vida.

Fe en el desesperado.

Sólo aquel qué ha muerto en vida, vivira a mi lado.

Soy la lágrima en tu rostro.

Soy la angustia qué anuda la respiracion en quien duda.

Soy la verdad incierta.

Soy el fuego en el bosque.

Soy la tristeza del suicida.

Soy la furia de el qué tiene ira.

Soy la verdad qué desnuda la cobardía.

Soy penumbra en la luz del día.

Soy todo aquello qué provoque la transicion, la llegada al nuevo día.

Soy quien desnudo ora y no pide para si amor.

Soy el niño qué tiene hambre.

Soy el dolor de aquellos qué todo han perdido.

Soy el tránsito, la vía, el camino.

Pero deja todo.

Todo, y ven conmigo.

Allí donde vamos sólo tu valor infinito, tu amor recibido, y tu recuerdo nostálgico del paraíso perdido son los únicos elementos válidos.

No cargues.

Viniste al mundo desnudo. Ahora, haz desnudo el tránsito qué te sumerge al amor más profundo.

'Mira, ¿Que ves? Es solo pasado'

Ahora ven, iremos al otro lado, no es suficiente con perder, con dejar en el pasado lo qué ves. Ahora te llevaré al presente de tu desnudez.

Ven, eres inocente.

Ten fe.

Ten fe en el sentido último de ese dolor.

Ten fe en mi.

Ten fe en el amor.

Aquello qué fue, fue. Sucedió. Sólo guardas un objeto qué te impide poder abrazar aquello qué tiene más valor.

Meditaremos, oraremos, estalláremos en el universo, seras absoluta compasion.

Ven, soy el profeta qué va a la montaña.

Aquel qué ha muerto se quedó en el valle de la opulencia.

Ese valle es ahora pena, dolor y tristeza.

Nos engañaron.

Enhorabuena por tal pretensión!

Ahora qué has visto al otro lado, ven, ven a la montaña.

Estoy en este momento sólo pero pronto seremos unos cuantos.

Ven..

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen

Tan sólo tu

Tan sólo tu.

Tu.

Tu fuiste quien redimiste al hombre.

En ti fui dios al beber de tu luz.

Tu alumbraste la estancia obscura de mi alma.

El sexo fue ternura.

La ternura alma.

Tu, tan sólo tu.

Por un amor qué va mas allá de la cordura

De

Aquellos qué ven todo como certidumbre, iluminaste de mi alma, su estancia obscura.

Sólo tu, infinito TU

Redimiste al hombre

Del

Profeta qué va a la montaña.

Allí, cada palabra será tu nombre.

Si muriera el profeta antes de llegar a la montaña.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen.

abrazame

Hoy el cielo se desploma.

Abrazame.

Hoy y ayer mi corazón rebosa.

Abrazame.

Mi soledad.

Mi profunda e infinita soledad.

Abrazame.

Dejame orar en tu piel.

Besar tu mano

Abrazame, abrazame, abrazame.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen

No puedo pedirte que sigas mi camino

No puedo pedirte que sigas mi camino. En mi, de mi, ya nada queda. No hay un anhelo, no hay una espera. Sólo tu amor me retenía y es este amor el que me lleva. Por el hubiera parado mi destino, mi vida, mi camino, pero ha sido el quien me ha hecho ver quien era.

Entiende qué no quiero que me acompañes, sólo deseo bendecir a ti y a quiénes te rodean. Hoy me siento el paria de está tierra. Daría mi locura por un instante junto a ti de ternura. Pero tu recuerdo en una distancia que cada segundo se convierte en una infinita grieta, me lleva allí donde la montaña empieza.

Morí, pero en el último segundo ame.

Te ame a ti.

Te recuerdo de rodillas junto a mi y me sentí estremecer cuando comprendi.

Comprendi y todo fue.

Hay tres amores.

Del primero te enamoras.

El segundo te hace responsable

El tercero....

En el tercero mueres de amor. Porque todo el pasado se desmorona, y por primera vez logras ver.

Tu mano inconsciente ha marcado mi senda, aquella que lleva a la montaña de la soledad del profeta, de la que no puedo volver, de la qué de mi ya nada deja.

Debo ir; vas en mi; estas en mi.

Amor mio del amor de mi ausencia.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen.

tu, Tu, TU

Tu eres la libertad.

Tu eres la montaña.

No llores, no llores más. Ya no caen las lagrimas, ahora se elevan.

Ya conoces la verdad y la verdad aterra. No podía ser de otra manera, a ella le dio hasta náuseas.

Cuando dicen que solo la verdad te hará libre te lleva a ese reino donde no es necesaria ni siquiera la libertad. Y eso aterra.

Siempre sabías que no tenías que llegar a ser nada, tan sólo recordar, recordar, recordar, y a recordar te negabas, jugabas en una vida que no te pertenecía, y cada vez te ibas quedando más solo pues sabías qué en poco llegaría el momento de partida a la montaña.

En esta Tierra hay sitios telúricos. Fue suficiente con ir a uno de ellos y ELLA.

En ese momento se desencadeno todo. Pasado y consciencia. Ya se produjo la chispa y todo el fuego prendió en tu vida quemando los rastrojos qué ensucian el bosque.

Sea.

Esa era la palabra.

'Lo qué tenga qué ser en mi, sea'

Y la montaña y ella trajeron desde la inconsciencia la luz a esta vida, a esta tierra.

La verdad os hará libres, pero la verdad aterra.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen