Vas por el mundo, muchas veces te sientes desnudo como un viento que corre por el páramo sin un rincón donde enredarse.
El mundo te es tan indiferente como lo es aquel qué se refleja en el espejo cuando por la mañana te levanta.
La vida no pasa, pero tu vas pasando.
Un día, más otro, y otro más.
Hace tiempo qué la tristeza está en ti.
Ya no puedes más.
Hay una gran mentira, pero aún así, abrigas dentro de ti una creencia. Una esperanza sin fin, pero tampoco sin inicio.
Hay algo qué no puedes detener...
Siempre has pensado qué la vida te debe algo pero nunca llega ese pago.
Creeme cuando te digo qué no puedes seguir así.
Creeme cuando te digo qué es imposible vivir si estas ausente de ti.
Qué por más qué buscas, no logras darle fin.
Quizás sea qué el problema nonesga fuera...??
Quizás sea qué el problema está en ti.
No debes renunciar al mundo, del mismo modo qué no puedes afirmarlo. Ese mundo no tiene nada qué ver contigo.
Realmente lo qué está pasando, lo qué hace qué todo sea un fracaso es qué primero tienes qué renunciar a ti, para luego cambiar aquello qué está pasando.
Un rico nunca entrara en el reino de los cielos, no por rico, sino por serlo.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen
domingo, 28 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario