Tu eres la libertad.
Tu eres la montaña.
No llores, no llores más. Ya no caen las lagrimas, ahora se elevan.
Ya conoces la verdad y la verdad aterra. No podía ser de otra manera, a ella le dio hasta náuseas.
Cuando dicen que solo la verdad te hará libre te lleva a ese reino donde no es necesaria ni siquiera la libertad. Y eso aterra.
Siempre sabías que no tenías que llegar a ser nada, tan sólo recordar, recordar, recordar, y a recordar te negabas, jugabas en una vida que no te pertenecía, y cada vez te ibas quedando más solo pues sabías qué en poco llegaría el momento de partida a la montaña.
En esta Tierra hay sitios telúricos. Fue suficiente con ir a uno de ellos y ELLA.
En ese momento se desencadeno todo. Pasado y consciencia. Ya se produjo la chispa y todo el fuego prendió en tu vida quemando los rastrojos qué ensucian el bosque.
Sea.
Esa era la palabra.
'Lo qué tenga qué ser en mi, sea'
Y la montaña y ella trajeron desde la inconsciencia la luz a esta vida, a esta tierra.
La verdad os hará libres, pero la verdad aterra.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen
sábado, 27 de diciembre de 2008
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